Factores de Belleza

84906590 Se puede ser bello o parecer bello. En la población en general, se encuentran personas que si se sometieran a un plebiscito o votación, serían calificadas con porcentajes altos (60 a 80%) con calificativos de bellas o bellos, pero que ellos (o ellas) en su interior no se aprecian o se califican de la misma manera; no se sienten así porque en su interior su imagen mental les ha hecho deteriorar su imagen. Se da también el caso contrario, personas que no siendo tan agraciadas según los cánones culturales, sociales y publicitarios de la belleza, se ven y se sienten bellos físicamente porque básicamente están apoyados en su belleza interior, demostrando que este elemento incide notablemente en la belleza física. Este argumento es fácil de valorar cuando vemos personas físicamente bellas, pero que su comportamiento, producto de su estado interior inducen a que no sean vistos con ese calificativo. Deducimos entonces que la belleza es un conglomerado de elementos físicos, psicológicos, culturales, espirituales y también de comportamiento, que conllevan a la aceptación general y particular para determinar la calificación de bello (o bella).
El factor político es también evidente que retoca para bien o para mal la belleza física, así como los factores económicos y sociales, esta apreciación la podemos soportar cuando vemos cómo en los reinados mundiales o locales, la belleza de una candidata crece o decrece según los comportamientos políticos de un gobierno, que pueden coincidir o no con los del país organizador del certamen o de sus organizadores; para ir más cerca en los reinados de belleza en nuestro país, es evidente los padrinazgos políticos, los abolengos sociales que en algunos casos dependen del apellido y el delfinazgo que ostenten, es decir delfines(as), si así se puede decir, dado que pueden ser hijas o hermanas de reinas anteriores. Es raro ver reinas de departamentos pobres. Igualmente ocurre en forma soterrada el elemento racial, aunque de vez en cuando se escape una excepción que por su deslumbrante belleza hace que esta discriminación, se disimule.
El periodista Antonio Caballero decía “que el embellecimiento o rejuvenecimiento puede ser una falsificación de la juventud desaparecida”, pero esta es a mi manera de pensar, una necesidad personal que, además de los beneficios de autoestima, puede significar un beneficio económico, ya que es bien conocido el castigo, por decirlo así, que impone el sector laboral y por qué no decirlo también, el social, al despedir, discriminar o subvalorar aquellas personas con sobrepeso o con arrugas, factores estos carentes de belleza o tenidos como feos aunque estén presentes en personas interiormente bellas o laboralmente muy capaces.
No se puede desconocer el factor artístico, elemento que produce la belleza. En el campo del cirujano plástico, este está reproduciendo en su paciente su concepto de belleza, al que lo acompaña su vivencia interior. Son inocultables las diferencias de criterios presentes en el campo de la cirugía estética entre los cirujanos plásticos. Hay patrones culturales que históricamente han incidido y han modificado los criterios de belleza hasta llevarlos a posiciones extremas, como fue el caso de los pueblos Germanos en los que las cicatrices faciales, eran vistas como bellas, porque simbolizaban los estigmas dejados por la participación en las batallas de los soldados que luchaban en la defensa de su patria.
Todo lo anterior nos lleva a preguntarnos cuántos elementos hay que armonizar para llegar a una verdadera belleza. Uno de estos está dentro de nosotros y es lo que nos lleva a modificar algo con lo que no nos sentimos agradados, no nos sentimos bellos y que creemos que ese criterio lo compartimos con los demás y con nuestro entorno.

Es en este campo en donde el Cirujano Estético hace su contribución con el conocimiento científico y técnico, para modificar los rasgos, que según su criterio y según los patrones culturales, están alejando de la imagen de belleza, a la persona que los posee.

Como cirujano recupero los rasgos de belleza en la cara en donde más se ve reflejado el paso de los años. Con la Cirugía de rejuvenecimiento facial, llevo los tejidos a la posición en donde estaban hace 10 o 15 años atrás, elevando y resecando la piel descendida que produce las arrugas, recuperando la grasa que se ha perdido o descendido en la cara.

La técnica Endoscópica, en la que uso incisiones pequeñas para obtener elevación de tejidos en la cara, deja cicatrices mínimas; o la reducción de las incisiones, con la que logro obtener resultados excelentes, dejando unas cicatrices prácticamente imperceptibles en el rostro, con recuperaciones más tempranas y resultados a largo plazo. Igualmente, realizo diferentes procedimientos especializados en cada parte del cuerpo.

Todas la técnicas de cirugía nos ponen el reto de restaurar la belleza dejando el rostro bello, natural y sin, o con los mínimos rasgos de que se haya hecho a través de una cirugía.

Estos son los procedimientos científicos y técnicos que uso como cirujano estético y esa es la contribución que como tal aporto para el desarrollo y determinación de los conceptos con que se define la belleza.

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